Convocada la XI edición del Concurso de Poesía Fundación Jesús Serra

El plazo para la presentación de poemas se extiende desde el 2 de enero hasta el 31 de marzo del 2018, y ha de realizarse a través de la página web www.poesiafjs.com. El certamen se divide en tres categorías: A, para participantes a partir de 18 años; B, para autores de entre 14 y 17 años; y C, dirigida a concursantes de edades comprendidas entre los 10 y 13 años. Las tres categorías cuentan con una modalidad en castellano y otra en catalán. La dotación de los premios será de 2.500€ para la categoría A, 1.500€ para la B y 800 para la C, para cada lengua en los tres casos.

El jurado del Concurso está compuesto, como cada año, por prestigiosos escritores y profesionales del mundo de la cultura como Josefa Contijoch (Premio de Poesía Miquel Martí i Pol 1981 y Premio de Poesía Salvador Espriu 1994), Dante Bertini (Premio La Sonrisa Vertical 1993) y el profesor Ricardo Fernández Aguilá, a quienes se unen en esta edición los jóvenes talentos Elena Medel (Premio Andalucía Joven 2006, Premio Fundación Princesa de Girona de Artes y Letras 2016) y Alejandro Krawietz. 

Los premios se fallarán durante la segunda semana del mes de junio y la ceremonia de entrega tendrá lugar el día 28 de dicho mes en Barcelona.

Federico Halpern, presidente de la Fundación Jesús Serra, destaca de entre los objetivos del concurso "preservar la creación poética como una forma de apoyar a la cultura en nuestra sociedad actual, apreciando la belleza y ayudándonos a verbalizar las emociones, como hizo Jesús Serra, el fundador del Grupo Catalana Occidente, en los momentos más difíciles de su vida, ya que, además de empresario, fue un amante incondicional de este género literario".

Elena Medel, que empezó a escribir con 16 años, entiende que "los premios que se conceden a obras inéditas existen para descubrir a un autor, para rescatar a quien no ha obtenido la repercusión que merece o para facilitar la publicación de la obra de un autor sin editor habitual". Por su parte, Josefa Contijoch, quien también recuerda empezar a escribir desde una edad muy temprana, anima "a cualquiera que tenga una brizna de interés por el arte o la creación, porque más que llegar a la cima, hay que valorar la compensación vital que uno siente, entregado en cuerpo y alma a algo tan sublime como es el intento insensato de dejar un nuevo mensaje humano escrito en una botella lanzada al mar para que, como dijo el poeta Paul Celan, alguien, en la otra orilla, lo recoja".